

Los seres humanos nos involucramos en diferentes tipos de relaciones para atender nuestras necesidades físicas, psicológicas, sociales y espirituales.
Las necesidades físicas son aquellos elementos indispensables que necesitamos para vivir como los alimentos, una vivienda, acceso a ropa y seguridad. Las necesidades psicológicas e interpersonales hace referencia a los vínculos y afiliaciones que tenemos con otras personas en un nivel más íntimo y profundo. La posición social, el estatus y el acceso a nuevas oportunidades dentro de una sociedad son las necesidades sociales y por último existen las espirituales que son aquellas que están relacionadas, con la búsqueda de propósito, el sentido del ser y la unión con el universo.
Es muy importante, como primera medida conocer, cuáles son mis necesidades, para luego comprender las necesidades de los demás y lograr tener mejores relaciones para en cada una de las áreas de nuestra vida.
Actualmente existe un modelo llamado SSLD: Aprendiendo a cambiar vidas, desarrollado por el profesor chino- canadiense Adolfo Ka Tat Tsang, catedrático de la facultad de trabajo social de la Universidad de Toronto y quién ha estudiado por más de tres décadas sobre psicología clínica y servicios humanos. El SSDL es un proceso de aprendizaje que está orientado a la acción, donde las personas pueden primero conocerse mejor así mismas, entender mejor sus necesidades, circunstancias, características y capacidades, para luego entender las necesidades de los demás y tener mejores relaciones en su entorno.
Una vez que las personas identifican esto, pueden estructurar acuerdos y objetivos que que respondan mejor a su necesidades teniendo en cuenta la realidad de sus circunstancias, que éstas sean compatibles con sus características y que les permita maximizar su potencial y capacidad.
El modelo SSLD cuenta con un sistema de procedimientos de forma estructurada para el desarrollo de estrategias y actividades para que una persona pueda encontrar solución ante un problema. Este aprendizaje puede ser adoptado, por ejemplo, por profesionales clínicos, trabajadores sociales y también profesionales de recursos humanos.
Una situación muy particular que sucede a menudo en el campo laboral, es cuando dos compañeros de trabajo no se entienden y la comunicación entre ellos no fluye, generando así un ambiente tenso. Por lo regular uno de ellos siente que trabaja y se esfuerza más en un proyecto mientras el otro siente que sus ideas no son valoradas y cuando esto sucede dentro de un equipo de trabajo y no se soluciona desde el comienzo, trae como consecuencias discordias, rumores, mal ambiente de trabajo, baja productividad y probablemente la renuncia de cualquiera de los empleados.
Analizando lo anterior, podemos decir que este modelo podría ser aplicado dentro de la estrategia de la cultura organizacional o estrategia de Employer Branding, como una herramienta mediadora para el buen manejo de relaciones interpersonales. Para poder efectuar este modelo de forma exitosa es importante que el profesional de recursos humanos, conozca las necesidades de los empleados, para identificar cúal puede ser el problema y así mismo identificar de forma eficaz las posibles soluciones.
Dentro del programa de SSLD se encuentran actividades como juegos de roles, generación de ideas, nuevas estrategias para generar mejores experiencias en el lugar de trabajo, desarrollo de nuevas habilidades y seguimiento continuo.
Según David Wentworth, principal analista de aprendizaje de Brandon Hall Group, el 23% de las compañías dedican más esfuerzos a la formación de liderazgo y ciertas habilidades como estrategias de comunicación, asertividad y trabajo en equipo. Sin embargo, el SSLD afirma que este tipo de entrenamientos ignoran la brecha entre conocimiento y acción ya que no siempre los individuos aplican en su día a día este tipo de conocimientos. Para que estas personas logren ir a la acción se necesita poseer la combinación ideal entre motivación, entendimiento conceptual, conocimiento técnico, apoyo emocional y entrenamiento práctico de habilidades en donde la persona pueda desarrollar nuevos patrones de conducta.
Esta metodología ofrece además planes de trabajo estilo que se podría utilizar en el proceso de Onboarding de una compañía, para que sus líderes puedan conocer con claridad sus necesidades y acoplarlos con los objetivos del proyecto. Un ejemplo muy particular son las mamás con hijos muy pequeños.
Una de sus necesidades puntuales puede ser tener más tiempo para su hijo. Con respecto a este caso, se puede plantear la idea de que las mamás puedan trabajar dos días a la semana desde casa, o puedan trabajar una hora menos de su jornada laboral por un tiempo determinado y con métricas y objetivos claros para que las necesidades de la empresa y la colaboradora se puedan cumplir satisfactoriamente. La relación empleador -empleada puede traer mejores resultados por que hay mayor compromiso y sobretodo satisfacción.
Por lo tanto aplicar este tipo de sistemas prácticos, concisos y dirigidos a la acción que nos ayude a transmutar un problema inmanejable en manejable, como son las relaciones interpersonales, ya que estas nos ayudan a definir quiénes somos y cómo nos proyectamos ante una sociedad, una comunidad y hasta un equipo de trabajo, por esta razón saber relacionarnos bien, sanamente se ha convertido en los últimos tiempos en una habilidad y en un arte.
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